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Salmona /

Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo

Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo

Vistas aéreas del conjunto desde el nororiente y el sur, respectivamente.

Vistas aéreas del conjunto desde el nororiente y el sur, respectivamente. 

Vista aérea del conjunto desde el sur.

Vista aérea del conjunto desde el sur. 

Los jardines complementan armoniosamente la arquitectura del conjunto en su plazoleta de acceso.

Los jardines complementan armoniosamente la arquitectura del conjunto en su plazoleta de acceso. 

Bloque de habitaciones desde el jardín: los salientes de las instalaciones evocan las aspilleras de las fortificaciones cartageneras.

Bloque de habitaciones desde el jardín: los salientes de las instalaciones evocan las aspilleras de las fortificaciones cartageneras. 

El gran salón de estar, caracterizado por su intimidad.

El gran salón de estar, caracterizado por su intimidad. 

Atarjeas y arborización en el patio del caucho visto a través del vano cuadrado desde su pórtico sur.

Atarjeas y arborización en el patio del caucho visto a través del vano cuadrado desde su pórtico sur.  

Zona de acceso a la sala de estudio y a las terrazas, localizada en el pórtico sur del patio del caucho.

Zona de acceso a la sala de estudio y a las terrazas, localizada en el pórtico sur del patio del caucho. 

Acceso en sesgo al patio del árbol de caucho. Este espacio se encuentra localizado inmediatamente después del vestíbulo.

Acceso en sesgo al patio del árbol de caucho. Este espacio se encuentra localizado inmediatamente después del vestíbulo. 

Galería del patio del roble morado. Nótese la atarjea que permite el flujo del agua en los distintos lugares del conjunto.

Galería del patio del roble morado. Nótese la atarjea que permite el flujo del agua en los distintos lugares del conjunto. 

La intimidad de cada lugar se intensifica, como en este patio, por la presencia del agua, las plantas y el colorido de la piedra coralina.

La intimidad de cada lugar se intensifica, como en este patio, por la presencia del agua, las plantas y el colorido de la piedra coralina. 

Patio del roble morado. Los vanos aquí y en los otros patios evocan aquellos de los antiguos complejos mayas.

Patio del roble morado. Los vanos aquí y en los otros patios evocan aquellos de los antiguos complejos mayas.  

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques. 

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques. 

El balcón semicilíndrico de la sala de estudio, en voladizo, se proyecta sobre el patio del roble morado.

El balcón semicilíndrico de la sala de estudio, en voladizo, se proyecta sobre el patio del roble morado. 

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias. 

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias. 

Las galerías en torno a los patios del conjunto constituyen reminiscencias de claustros medievales visitados y estudiados asiduamente por Salmona.

Las galerías en torno a los patios del conjunto constituyen reminiscencias de claustros medievales visitados y estudiados asiduamente por Salmona. 

Acceso en sesgo al patio de la fuente desde su interior.

Acceso en sesgo al patio de la fuente desde su interior. 

Vista de la terraza del salón, otro de los puntos de acceso a los techos-terraza.

Vista de la terraza del salón, otro de los puntos de acceso a los techos-terraza. 

Pérgola en la terraza del salón.

Pérgola en la terraza del salón. 

Vista de los techos-terraza en el área de entrada. Nótese a la izquierda la cascada de helechos que desborda sobre el vestíbulo.

Vista de los techos-terraza en el área de entrada. Nótese a la izquierda la cascada de helechos que desborda sobre el vestíbulo.  

Los salientes que albergan los conductos de aireación y las claraboyas de los baños, en las alcobas, evocan las aspilleras de las fortificaciones españolas en el Caribe.

Los salientes que albergan los conductos de aireación y las claraboyas de los baños, en las alcobas, evocan las aspilleras de las fortificaciones españolas en el Caribe. 

El espejo de agua y rampa sobre el gran eje de circulación. Al norte se perciben, en la lejanía, la ciudad amurallada: eje de la composición.

El espejo de agua y rampa sobre el gran eje de circulación. Al norte se perciben, en la lejanía, la ciudad amurallada: eje de la composición. 

Perspectiva desde el comedor hacia el salón.

Perspectiva desde el comedor hacia el salón. 

Vegetación y arquitectura se entremezclan protegiendo a los usuarios del inclemente sol del Caribe.

Vegetación y arquitectura se entremezclan protegiendo a los usuarios del inclemente sol del Caribe.  

El patio de la fuente donde se dan cita nubes y agua.

El patio de la fuente donde se dan cita nubes y agua. 

Patio de acceso. Nótese la clara diferenciación entre las superficies de circulación en ladrillo y la mampostería de los muros en piedra coralina.

Patio de acceso. Nótese la clara diferenciación entre las superficies de circulación en ladrillo y la mampostería de los muros en piedra coralina. 

Texto de: Ricardo L. Castro

La Casa Presidencial del Fuerte de San Juan de Manzanillo, conocida como la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena de Indias, descansa detrás del viejo Fuerte de San Juan de Manzanillo, construcción de origen español, en el extremo de la península que forma la estrecha entrada al interior de la bahía de Cartagena. El sitio y los terrenos de la casa hacen parte de la Academia Naval de la Armada Colombiana. Construido a mediados del siglo XVII, el Fuerte era la única característica en el paisaje antes de la construcción de la casa y de la adaptación de sus terrenos. Restaurado por Germán Téllez, se convirtió en parte integral de la casa presidencial.

Este proyecto de Rogelio Salmona es el resultado de una cuidadosa intervención en el paisaje, respetando y resaltando la silueta de Manzanillo y creando un nuevo paisaje allí donde antes había un sitio árido ocupado por ruinas. Para lograrlo, Salmona utilizó aquí principios pragmáticos simples derivados de la tradición hispano-morisca y también de fuentes prehispánicos. La casa consiste en un complejo formado por siete patios. Los aposentos para el presidente, sus huéspedes y el personal de compañía han sido cuidadosamente dispuestos alrededor de estos patios. Entre las otras habitaciones se cuentan una sala, un comedor, salas de reuniones, una biblioteca y las áreas de servicio.

Accedemos al complejo a través de una plaza ceremonial que desemboca en un patio delimitado por un muro de piedra. El patio nos recibe con una entrada, semejante a un nicho, en la cual agua, luz, vegetación, piedra y ladrillo estimulan nuestros sentidos. La piedra coralina, ubicuamente utilizada, es del mismo tipo que los españoles emplearon en la construcción de Cartagena y sus fortificaciones. La piedra se combina con ladrillo y tejas rojas, materiales tradicionales de construcción en Colombia. Una cascada de helechos, vegetación exuberante y nativa, que se descuelga desde el techo, da la bienvenida al visitante en el vestíbulo. El agua cobra presencia visual y acústica. Como en la Alhambra, se encuentra por doquiera en este proyecto.

Del vestíbulo se puede acceder a un primer patio localizado en una de sus esquinas. El acceso a todos los demás patios de la casa se encuentra previsto de la misma forma. Tanto dentro del patio como alrededor de las galerías que lo rodean, la sensación de recinto es definitiva. La casa, a semejanza de un fuerte, actúa como un dominio defensivo, protegiendo a sus ocupantes del clima y las miradas indiscretas.

A partir del patio de la recepción una red de seis patios adicionales, galerías y cámaras, algunas más privadas que otras, va extendiéndose a medida que el visitante se mueve por la casa. La presencia permanente de árboles, arbustos y agua permite la interacción con la naturaleza. En cada patio el agua brota de fuentes en los muros y fluye a través de la geometría de las atarjeas, pequeños canales de ladrillo encastrados en un piso de baldosas de piedra. La presencia del agua moviéndose en las atarjeas sirve como mecanismo de orientación, pues uno se desplaza siempre en el sentido de la corriente o en contra de ella.

Cada patio ha sido bautizado según una característica natural que lo distingue de los otros: el patio de la entrada, el patio del agua, el patio de los helechos, el patio de los buganviles, el patio del árbol de caucho, el patio del roble morado y el patio de la fuente. La preocupación de Salmona de integrar arquitectura y naturaleza resuena incluso en los nombres asignados a los espacios del complejo.

Los materiales de construcción utilizados persistentemente en la casa son ladrillo, teja, roca coralina, concreto y maderas duras. Los cuartos, aunque varían en proporción según su función, mantienen una unidad continua. La diferenciación, evidente en todas partes, ha sido establecida con sutileza extrema. La casa presidencial, elocuente en su sobriedad, se convierte en una lección sobre el uso restringido de los materiales y las formas.

Los espacios en bóveda de ladrillo aquí utilizados evocan la Maison Jaoul, de Le Corbusier, sin que al cabo sean corbusianos. Son la representación que Salmona hace de un tema espacial recurrente en la historia de la arquitectura desde tiempos inmemoriales.

En la casa presidencial los tejados son terrazas. Pasearse sobre ellos es como pasearse sobre las murallas de Cartagena o las viejas ruinas mayas. Salmona ha logrado reactivar la misma experiencia arquitectónica que se disfruta al caminar sobre las formas arquitectónicas sólidas que constituyen la urdimbre del tejido histórico.

Una caminata sobre los tejados-terrazas de la casa presidencial ofrece vistas de cada patio en que, al mismo tiempo, se involucra el horizonte. Tal caminata nos permite una nueva percepción de nuestra verticalidad en tanto que seres humanos, dado que ÒarribaÓ y ÒabajoÓ adquieren una dimensión maravillosa.

La caminata finaliza en el extremo de la península, en donde se encuentra el fuerte restaurado. Desde allí es posible contemplar, en la lejanía hacia el norte, la ciudad histórica de Cartagena de Indias. Más cerca, hacia el noroeste, los grandes edificios de Bocagrande, la Miami Beach de Colombia, sobresalen en el horizonte. Por fortuna, la expansión urbana y los recientes desarrollos turísticos se han llevado a cabo en esta franja de tierra, lejos del núcleo histórico central, salvaguardándolo así de una eventual destrucción.


“En la Casa de Huéspedes he querido seguir la idea del paraíso del Islam, es decir, el goce de la arquitectura y del espacio.

El gran aporte cultural del Islam al mundo fue su arquitectura…

He tratado de seguir con una tradición algo olvidada en Colombia: la del patio, entendido como un espacio abierto, más que como un recinto cerrado. El patio, pensado para ser atravesado, recorrido en su diagonal. No es sólo un espacio en el centro de la vivienda, es el centro del lugar.

He tomado un modelo de espacios abiertos, conformando un “continuo”, una batería, para emplear un término militar, entre los cuales se cuelan dependencias, patios, jardines y cubiertas terraceadas, buscando la variedad, pero al mismo tiempo la unidad del proyecto”.

R.S.


“Es importante recuperar el uso del agua viva, del agua que corre, en atarjeas, en canales. La humedad también forma parte del acontecimiento arquitectónico, y al irse secando paredes y pisos, se forma un halo que produce una sensación particular. La humedad le modifica el color al material, el que, a su vez, va variando a medida que se seca.

Además, para poder utilizar correctamente el agua, el proyecto arquitectónico debe pensarse con las pendientes necesarias para que el agua corra. Los desniveles son elementos importantes y determinantes en la elaboración de la espacialidad del proyecto. Son fuentes donde brota el agua. El hecho de hacer brotar el agua, o de hacerla desaparecer en la tierra, tiene connotaciones particulares, misteriosas.

Brotar y entrar marcan también el comienzo y el final de un recorrido”.

R.S.


“Por su composición, el proyecto arquitectónico es un espacio que se atraviesa, que se recorre, en el que la visión al sesgo permite perfilar transparencias y penumbras, luminosidades, miradas al sesgo, que se pierden, regresan y se encuentran con un muro, con una ventana, con agua, con una planta, con el color del cielo, es decir, que la arquitectura es un acontecimiento, que forma espacios diferentes, lugares diversificados por la incidencia de la luz, el sonido del agua o la aparición de una nube.

Espacios que recogen el agua de lluvia, los humedece cambiándoles el color. Colores que reaparecen con la salida del sol, creando otros colores y halos que se secan e irisan el espacio.

¿Pero, de dónde viene todo esto?

De la observación de las arquitecturas prehispánicas: en ellas se entra, se penetra siempre de lado. Se va rodeando el espacio interior, sin perder la percepción del espacio exterior, pero sobre todo, se va descubriendo la gran diversidad de lugares que lo van llevando al corazón del edificio sin perder la relación, tan americana, con la naturaleza. Uxmal es un excelente ejemplo de lo que estoy afirmando”.

R.S.


“El espacio abierto, tan típicamente americano, tanto el monumental como el doméstico, se fue convirtiendo en un elemento importante en la composición arquitectónica y en la organización de los espacios de mis obras. La fractura de la composición perspectiva, los repentinos cambios de orientación, los giros espaciales, buscan volver al acontecimiento, anuncian el lugar, originan tensiones entre el interior y el exterior, crean signos y obligan a activar los sentidos. El giro repentino de un plano, el enfrentamiento de una diagonal con las aristas de un patio embisagrado con otro, la aparición de una atarjea que retiene el sonido del agua, el paso de las nubes o del viento por el recinto abierto, o la presencia de un vano horadado en un muro, proponen sensaciones, emociones y evocaciones que forman parte del acontecimiento y de la arquitectura, y crean la atmósfera de cada lugar”.

R.S.

Salmona
/
Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo

#AmorPorColombia

Salmona / Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo

Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo

Vistas aéreas del conjunto desde el nororiente y el sur, respectivamente.

Vistas aéreas del conjunto desde el nororiente y el sur, respectivamente. 

 

Vista aérea del conjunto desde el sur.

Vista aérea del conjunto desde el sur. 

 

Los jardines complementan armoniosamente la arquitectura del conjunto en su plazoleta de acceso.

Los jardines complementan armoniosamente la arquitectura del conjunto en su plazoleta de acceso. 

 

Bloque de habitaciones desde el jardín: los salientes de las instalaciones evocan las aspilleras de las fortificaciones cartageneras.

Bloque de habitaciones desde el jardín: los salientes de las instalaciones evocan las aspilleras de las fortificaciones cartageneras. 

 

El gran salón de estar, caracterizado por su intimidad.

El gran salón de estar, caracterizado por su intimidad. 

 

Atarjeas y arborización en el patio del caucho visto a través del vano cuadrado desde su pórtico sur.

Atarjeas y arborización en el patio del caucho visto a través del vano cuadrado desde su pórtico sur.  

 

Zona de acceso a la sala de estudio y a las terrazas, localizada en el pórtico sur del patio del caucho.

Zona de acceso a la sala de estudio y a las terrazas, localizada en el pórtico sur del patio del caucho. 

 

Acceso en sesgo al patio del árbol de caucho. Este espacio se encuentra localizado inmediatamente después del vestíbulo.

Acceso en sesgo al patio del árbol de caucho. Este espacio se encuentra localizado inmediatamente después del vestíbulo. 

 

Galería del patio del roble morado. Nótese la atarjea que permite el flujo del agua en los distintos lugares del conjunto.

Galería del patio del roble morado. Nótese la atarjea que permite el flujo del agua en los distintos lugares del conjunto. 

 

La intimidad de cada lugar se intensifica, como en este patio, por la presencia del agua, las plantas y el colorido de la piedra coralina.

La intimidad de cada lugar se intensifica, como en este patio, por la presencia del agua, las plantas y el colorido de la piedra coralina. 

 

Patio del roble morado. Los vanos aquí y en los otros patios evocan aquellos de los antiguos complejos mayas.

Patio del roble morado. Los vanos aquí y en los otros patios evocan aquellos de los antiguos complejos mayas.  

 

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques. 

 

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques.

Salmona explora hábilmente diferentes caprichos del agua por medio de la arquitectura de fuentes, atarjeas y estanques. 

 

El balcón semicilíndrico de la sala de estudio, en voladizo, se proyecta sobre el patio del roble morado.

El balcón semicilíndrico de la sala de estudio, en voladizo, se proyecta sobre el patio del roble morado. 

 

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias. 

 

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias.

En ciertos lugares los ejes de circulación se cruzan permitiendo nuevas perspectivas del entorno, como sucede aquí, en el acceso al patio de las buganvilias. 

 

Las galerías en torno a los patios del conjunto constituyen reminiscencias de claustros medievales visitados y estudiados asiduamente por Salmona.

Las galerías en torno a los patios del conjunto constituyen reminiscencias de claustros medievales visitados y estudiados asiduamente por Salmona. 

 

Acceso en sesgo al patio de la fuente desde su interior.

Acceso en sesgo al patio de la fuente desde su interior. 

 

Vista de la terraza del salón, otro de los puntos de acceso a los techos-terraza.

Vista de la terraza del salón, otro de los puntos de acceso a los techos-terraza. 

 

Pérgola en la terraza del salón.

Pérgola en la terraza del salón. 

 

Vista de los techos-terraza en el área de entrada. Nótese a la izquierda la cascada de helechos que desborda sobre el vestíbulo.

Vista de los techos-terraza en el área de entrada. Nótese a la izquierda la cascada de helechos que desborda sobre el vestíbulo.  

 

Los salientes que albergan los conductos de aireación y las claraboyas de los baños, en las alcobas, evocan las aspilleras de las fortificaciones españolas en el Caribe.

Los salientes que albergan los conductos de aireación y las claraboyas de los baños, en las alcobas, evocan las aspilleras de las fortificaciones españolas en el Caribe. 

 

El espejo de agua y rampa sobre el gran eje de circulación. Al norte se perciben, en la lejanía, la ciudad amurallada: eje de la composición.

El espejo de agua y rampa sobre el gran eje de circulación. Al norte se perciben, en la lejanía, la ciudad amurallada: eje de la composición. 

 

Perspectiva desde el comedor hacia el salón.

Perspectiva desde el comedor hacia el salón. 

 

Vegetación y arquitectura se entremezclan protegiendo a los usuarios del inclemente sol del Caribe.

Vegetación y arquitectura se entremezclan protegiendo a los usuarios del inclemente sol del Caribe.  

 

El patio de la fuente donde se dan cita nubes y agua.

El patio de la fuente donde se dan cita nubes y agua. 

 

Patio de acceso. Nótese la clara diferenciación entre las superficies de circulación en ladrillo y la mampostería de los muros en piedra coralina.

Patio de acceso. Nótese la clara diferenciación entre las superficies de circulación en ladrillo y la mampostería de los muros en piedra coralina. 

 

Texto de: Ricardo L. Castro

La Casa Presidencial del Fuerte de San Juan de Manzanillo, conocida como la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena de Indias, descansa detrás del viejo Fuerte de San Juan de Manzanillo, construcción de origen español, en el extremo de la península que forma la estrecha entrada al interior de la bahía de Cartagena. El sitio y los terrenos de la casa hacen parte de la Academia Naval de la Armada Colombiana. Construido a mediados del siglo XVII, el Fuerte era la única característica en el paisaje antes de la construcción de la casa y de la adaptación de sus terrenos. Restaurado por Germán Téllez, se convirtió en parte integral de la casa presidencial.

Este proyecto de Rogelio Salmona es el resultado de una cuidadosa intervención en el paisaje, respetando y resaltando la silueta de Manzanillo y creando un nuevo paisaje allí donde antes había un sitio árido ocupado por ruinas. Para lograrlo, Salmona utilizó aquí principios pragmáticos simples derivados de la tradición hispano-morisca y también de fuentes prehispánicos. La casa consiste en un complejo formado por siete patios. Los aposentos para el presidente, sus huéspedes y el personal de compañía han sido cuidadosamente dispuestos alrededor de estos patios. Entre las otras habitaciones se cuentan una sala, un comedor, salas de reuniones, una biblioteca y las áreas de servicio.

Accedemos al complejo a través de una plaza ceremonial que desemboca en un patio delimitado por un muro de piedra. El patio nos recibe con una entrada, semejante a un nicho, en la cual agua, luz, vegetación, piedra y ladrillo estimulan nuestros sentidos. La piedra coralina, ubicuamente utilizada, es del mismo tipo que los españoles emplearon en la construcción de Cartagena y sus fortificaciones. La piedra se combina con ladrillo y tejas rojas, materiales tradicionales de construcción en Colombia. Una cascada de helechos, vegetación exuberante y nativa, que se descuelga desde el techo, da la bienvenida al visitante en el vestíbulo. El agua cobra presencia visual y acústica. Como en la Alhambra, se encuentra por doquiera en este proyecto.

Del vestíbulo se puede acceder a un primer patio localizado en una de sus esquinas. El acceso a todos los demás patios de la casa se encuentra previsto de la misma forma. Tanto dentro del patio como alrededor de las galerías que lo rodean, la sensación de recinto es definitiva. La casa, a semejanza de un fuerte, actúa como un dominio defensivo, protegiendo a sus ocupantes del clima y las miradas indiscretas.

A partir del patio de la recepción una red de seis patios adicionales, galerías y cámaras, algunas más privadas que otras, va extendiéndose a medida que el visitante se mueve por la casa. La presencia permanente de árboles, arbustos y agua permite la interacción con la naturaleza. En cada patio el agua brota de fuentes en los muros y fluye a través de la geometría de las atarjeas, pequeños canales de ladrillo encastrados en un piso de baldosas de piedra. La presencia del agua moviéndose en las atarjeas sirve como mecanismo de orientación, pues uno se desplaza siempre en el sentido de la corriente o en contra de ella.

Cada patio ha sido bautizado según una característica natural que lo distingue de los otros: el patio de la entrada, el patio del agua, el patio de los helechos, el patio de los buganviles, el patio del árbol de caucho, el patio del roble morado y el patio de la fuente. La preocupación de Salmona de integrar arquitectura y naturaleza resuena incluso en los nombres asignados a los espacios del complejo.

Los materiales de construcción utilizados persistentemente en la casa son ladrillo, teja, roca coralina, concreto y maderas duras. Los cuartos, aunque varían en proporción según su función, mantienen una unidad continua. La diferenciación, evidente en todas partes, ha sido establecida con sutileza extrema. La casa presidencial, elocuente en su sobriedad, se convierte en una lección sobre el uso restringido de los materiales y las formas.

Los espacios en bóveda de ladrillo aquí utilizados evocan la Maison Jaoul, de Le Corbusier, sin que al cabo sean corbusianos. Son la representación que Salmona hace de un tema espacial recurrente en la historia de la arquitectura desde tiempos inmemoriales.

En la casa presidencial los tejados son terrazas. Pasearse sobre ellos es como pasearse sobre las murallas de Cartagena o las viejas ruinas mayas. Salmona ha logrado reactivar la misma experiencia arquitectónica que se disfruta al caminar sobre las formas arquitectónicas sólidas que constituyen la urdimbre del tejido histórico.

Una caminata sobre los tejados-terrazas de la casa presidencial ofrece vistas de cada patio en que, al mismo tiempo, se involucra el horizonte. Tal caminata nos permite una nueva percepción de nuestra verticalidad en tanto que seres humanos, dado que ÒarribaÓ y ÒabajoÓ adquieren una dimensión maravillosa.

La caminata finaliza en el extremo de la península, en donde se encuentra el fuerte restaurado. Desde allí es posible contemplar, en la lejanía hacia el norte, la ciudad histórica de Cartagena de Indias. Más cerca, hacia el noroeste, los grandes edificios de Bocagrande, la Miami Beach de Colombia, sobresalen en el horizonte. Por fortuna, la expansión urbana y los recientes desarrollos turísticos se han llevado a cabo en esta franja de tierra, lejos del núcleo histórico central, salvaguardándolo así de una eventual destrucción.


“En la Casa de Huéspedes he querido seguir la idea del paraíso del Islam, es decir, el goce de la arquitectura y del espacio.

El gran aporte cultural del Islam al mundo fue su arquitectura…

He tratado de seguir con una tradición algo olvidada en Colombia: la del patio, entendido como un espacio abierto, más que como un recinto cerrado. El patio, pensado para ser atravesado, recorrido en su diagonal. No es sólo un espacio en el centro de la vivienda, es el centro del lugar.

He tomado un modelo de espacios abiertos, conformando un “continuo”, una batería, para emplear un término militar, entre los cuales se cuelan dependencias, patios, jardines y cubiertas terraceadas, buscando la variedad, pero al mismo tiempo la unidad del proyecto”.

R.S.


“Es importante recuperar el uso del agua viva, del agua que corre, en atarjeas, en canales. La humedad también forma parte del acontecimiento arquitectónico, y al irse secando paredes y pisos, se forma un halo que produce una sensación particular. La humedad le modifica el color al material, el que, a su vez, va variando a medida que se seca.

Además, para poder utilizar correctamente el agua, el proyecto arquitectónico debe pensarse con las pendientes necesarias para que el agua corra. Los desniveles son elementos importantes y determinantes en la elaboración de la espacialidad del proyecto. Son fuentes donde brota el agua. El hecho de hacer brotar el agua, o de hacerla desaparecer en la tierra, tiene connotaciones particulares, misteriosas.

Brotar y entrar marcan también el comienzo y el final de un recorrido”.

R.S.


“Por su composición, el proyecto arquitectónico es un espacio que se atraviesa, que se recorre, en el que la visión al sesgo permite perfilar transparencias y penumbras, luminosidades, miradas al sesgo, que se pierden, regresan y se encuentran con un muro, con una ventana, con agua, con una planta, con el color del cielo, es decir, que la arquitectura es un acontecimiento, que forma espacios diferentes, lugares diversificados por la incidencia de la luz, el sonido del agua o la aparición de una nube.

Espacios que recogen el agua de lluvia, los humedece cambiándoles el color. Colores que reaparecen con la salida del sol, creando otros colores y halos que se secan e irisan el espacio.

¿Pero, de dónde viene todo esto?

De la observación de las arquitecturas prehispánicas: en ellas se entra, se penetra siempre de lado. Se va rodeando el espacio interior, sin perder la percepción del espacio exterior, pero sobre todo, se va descubriendo la gran diversidad de lugares que lo van llevando al corazón del edificio sin perder la relación, tan americana, con la naturaleza. Uxmal es un excelente ejemplo de lo que estoy afirmando”.

R.S.


“El espacio abierto, tan típicamente americano, tanto el monumental como el doméstico, se fue convirtiendo en un elemento importante en la composición arquitectónica y en la organización de los espacios de mis obras. La fractura de la composición perspectiva, los repentinos cambios de orientación, los giros espaciales, buscan volver al acontecimiento, anuncian el lugar, originan tensiones entre el interior y el exterior, crean signos y obligan a activar los sentidos. El giro repentino de un plano, el enfrentamiento de una diagonal con las aristas de un patio embisagrado con otro, la aparición de una atarjea que retiene el sonido del agua, el paso de las nubes o del viento por el recinto abierto, o la presencia de un vano horadado en un muro, proponen sensaciones, emociones y evocaciones que forman parte del acontecimiento y de la arquitectura, y crean la atmósfera de cada lugar”.

R.S.

Salmona / Casa del Fuerte de San Juan de Manzanillo

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